Rex intenta hacer malabares
Al señor Cara de Papa le encantaba lucirse frente sus amigos.
- ¡Mírenme! -gritaba.
Se quitaba la nariz, las orejas
y los bigotes y los juguetes pensaban que estaba loco, pero otros sentían
verdadera admiración.
- ¡Guau! -exclamo Woody cuando
lo vio hacer malabarismos por primera vez-. ¡no sabía que podías hacer eso!
Uno de los grandes admiradores
de las habilidades del señor Cara de Papa era Rex.
- ¿Puedo intentarlo? - pregunto
Rex con tímida voz.
el señor car de papa contemplo
al dinosaurio, miro sus cortos brazos y supuso que no podría hacer malabarismos
como él.
Sin embargo, el señor cara de
papa no quiso decepcionar a Rex, así que se quitó las orejas y la nariz y se
las arrojo a su verde amigo.
- ¡Allá van! -grito.
Rex atrapó las orejas y la
nariz del señor cara de papa y luego las lanzo al aire.
- ¡Uno, dos, tres! -grito Rex
al tiempo que lanzaba la nariz y las orejas hacia arriba-. el señor cara de
papa lo miraba, preocupado.
¡Uno, dos y tres, cayeron por
la ventana la nariz y las dos orejas!
- ¡Oh, no! -exclamo Rex,
aterrorizado.
Los juguetes corrieron a
asomarse por la ventana y allá abajo vieron que la nariz y las orejas del señor
cara de papa yacían tiradas en el césped.
- ¡estupendo! -refunfuño el señor
Cara de Papa-.
Avísenme cuando hayan recuperado
mi nariz y mis orejas. Yo estaré con serpiente mientras tanto.
Woody reunió a los demás juguetes
y dijo:
-Debemos ayudar a Rex. Tenemos que
encontrar la manera de bajar al césped para recoger esa nariz y esas orejas.
Jam consiguió una mascada y luego
anuncio:
- ¡Tengo una idea! Puedo utilizar
esta mascada como paracaídas para bajar por las cosas del señor cara de papa.
-De acuerdo -admitió Woody-. Así bajaras,
sin duda. ¿y cómo subirás?
Jam se quedo en silencio. Los demás
juguetes continuaron intentando encontrar una solución.
Buzz tomo una pelota y anuncio:
- ¡Tengo una idea! Puedo rebotar allá
abajo con esta pelota.
Una vez más, Woody reflexiono y
le contesto:
-Así bajaras, sin dudad. ¿Y cómo subirás?
Buzz se alejo rebotando con su
pelota.
Rex tomo algunos dardos de
juguete.
- ¡Tengo una idea! -dijo a Woody-.
Puedo bajar sujeto a la pared con estos dardos.
-Eso no funcionara -respondió Woody,
aunque reconoció el valor de Rex-. Los dardos no se pegarán a los ladrillos.
Woody observo la mascada y luego
miro la pelota y los dardos.
- ¡Tengo una idea! -anuncio a sus
amigos-. Primero amarren la mascada a mi lazo.
El vaquero miro a Rex y a Buzz.
-Ahora, peguen los dardos a la
pelota con cinta adhesiva. Por último, amarren a Jam con el extremo de mi lazo.
Los juguetes obedecieron.
Jam sujeto el lazo.
Buzz sujeto a Jam.
Rex sujeto a Buzz.
A continuación, Woody se sentó en
el antepecho de la ventana y pidió a sus amigos que se sujetaran bien, pues de
ellos dependía el éxito de su misión y, desde luego, su vida.
Y entonces, Woody comenzó a bajar
sentado en mascada.
Jam agarro con fuerza el lazo,
pero a medida que Woody bajada, comenzó a preocuparse.
- ¡Oh no! -exclamo. Me temo que
el lazo no es lo bastante largo.
Woody, sentado en la mascada,
miro hacia abajo. La nariz y las orejas del señor Cara Papa estaban justo
debajo de la pelota que la tenía en la mano. Woody sabía que podía recuperarlas.
Lo único que tenia que hacer era arrojar la pelota en el sitio exacto.
Woody arrojo la pelota al suelo y
la nariz quedo pegada al extremo de gomo de uno de los dardos.
Woody recupero la nariz y soltó
de nuevo la pelota. Una de las orejas se pegó al extremo de otro de los dardos.
¡Ya solo faltaba la otra oreja y
listo! Woody lanzo la pelota una vez más y, con un grito de júbilo, recupero la
oreja que faltaba.
- ¡Misión cumplida, amigos! ¿súbanme!
-grito Woody emocionado.
Una vez más, Jam jalo el lazo, Buzz jalo a Jam
y Rex jalo a Buzz, al tiempo que soltaba un largo suspiro de alivio. ¡no le gustaba
hacer enfadar al señor cara de papa!
Woody regreso entonces al antepecho de la
ventana, aliviado.
- ¡Lo logramos! -gritaron todos
felices.
Entonces, Jam tomo la nariz del
señor Cara de Papa y Rex tomo las orejas con sus manos diminutas.
Mientras tanto, Buzz ayudo a Woody
a volver al interior de la habitación de Andy.
Rex devolvió la nariz y rejas al
señor cara de papa.
-No puedo hacer malabarismos con
tu cara -dijo Rex con humildad.
Woody se acerco y pregunto en voz
alta:
- ¿Qué podría usar Rex para
practicar?
Woody miro alrededor de la habitación
de Andy y vio que serpiente jugaba con algunas pelotas de ping-pong.
- ¡Tengo una gran idea! -exclamo Woody-.
Recojan esas pelotas de ping-pong -indico a Jam y a Buzz. Se dirigió al señor
car de papa y pregunto:
- ¿Puedes enseñaremos a hacer
malabares con estas pelotas?
-Desde luego -respondió el señor Cara
de Papa, ya con orejas y la nariz en su sitio-. ¡soy el mejor malabarista de la
caja de juguetes!
El señor cara papa entrego a Woody
las pelotas de ping-pong.
- ¡Uno, dos, tres! -grito Woody y
en seguida exclamó-: ¡oh, no1
¡Las pelotas cayeron por la
ventana!
Rex rio a carcajadas y concluyo:
-Bien, amigos, creo que lo
primero que debemos hacer al aprender malabarismos es…
- ¡Cerrar la ventana! -gritaron
todos entre risas.
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