Una aventura en el espacio
Después de un largo partido de kick-ball, los Trillizos
comenzaban a cansarse.
- ¡Woody te indicó que correrías, Peatey! -se quejó Penélope-.
¡Pero no le hiciste caso!
-Claro que no -dijo Peatrice- y empezaron a discutir.
-Hmmm -murmuró Buzz-. Quizá sea momento de descansar un
poco.
Por fin, los Trillizos accedieron a tranquilizarse… pero
solo si Buzz les contaba un cuento.
-Hace mucho tiempo -comenzó Buzz-, el malvado Emperador Zurg
robó un traje turbo de Guardián Espacial ultra-secreto. ¡El Comando Espacial
sabía que yo era el único que podía recuperarlo!
- ¡Guau! -exclamó Woody-. Me pregunto qué se sentirá ser un
héroe espacial.
-Yo también -agregó Rex-. ¡Oye, Buzz! ¿Puedo participar en
tu cuento? ¿Con brazos grandes?
-Desde luego, ¿Por qué no? -respondió Buzz y se dispuso a
continuar su relato.
-Me dirigía hacia el peligroso espacio, así que llevé
conmigo una tripulación especial.
“¡Teniente primero Woody listo para el deber ¡”, dijo Woody.
“Y con un traje sensacional. ¡Tiene pistolera!”
“No olvides al teniente segundo Rex”, agregó Rex.
“¡Mira estas enormes garras mecánicas!”
-Cuando aterrizamos en el planeta Zurg, un fuerte Zumbido
llenó el aire.
- ¿Qué era? -preguntó Peatey.
-Nadie lo sabía -dijo Buzz.
Necesitábamos investigar.
Acostumbrarnos al ambiente extraterrestre requería de gran concentración.
“¡Guau!”, gritó Woody. “¡Estoy volando!”
“¡Y yo puedo mover los brazos!”, añadió Rex. “¡Esto es
divertido!”
“Concéntrense, amigos”, les dije. “El enemigo podría estar
en cualquier parte.”
-De pronto, ¡vimos un ejército! Cientos de zurgbots leales
al Emperador Zurg llenaban el cañón y zumbaban.
“Lo tenemos controlado, capitán”, dijo el teniente Woody.
“Excelente”, respondí. “Yo buscaré el sitio de operaciones
de Zurg. ¡Necesito encontrar ese tarje turbo!”
-Pero, ¿dónde estaba el centro de operaciones de emperador?
De pronto, escuché zumbidos otra vez. En esta ocasión solo se trataba de un
zurgbot. ¿De dónde había salido? Por lo regular no viajaban solos. Su zumbido sonaba
raro, casi como una melodía.
“¡No dispares!”, gritó el zurgbot. “Mi nombre es Zenny y no
quiero zumbar… quiero cantar. Pero el emperador no me lo permitirá.”
- ¡Todo indicaba que ese zurgbot también se oponía a Zurg!
Pero con toda la galaxia en peligro, ¿Cómo podía confiar en él?
“Te llevaré hasta el traje turbo”, dijo Zenny.
-Fiel a su palabra, Zenny pronto me condujo hasta el corazón
de la guarida de Zurg… y al traje turbo.
-Pero cuando quise tomar el traje me atacó una banda de
zurgbots. Pude ver que ya habían capturado a mis tenientes.
“¡He sido traicionado!”, grité.
“Lo siento, capitán”, se disculpó Woody.
“¡Los zurgbots nos dominaron!”
-Pero no había tiempo para charlar. El líder de los zurgbots
se aproximaba.
“Nos encontramos de nuevo, Buzz Lightyear”, dijo el Emperdor
Zurg.
“Este encuentro, te lo prometo, será el último.” Nuestra
condena parecía inminente.
“No tan rápido, Zurg”, gritó una voz. ¡Era Zenny!
“¡Silencio!”, ordenó el emperador.
“No”, respondió Zenny. “Quizá me parezca a los demás zurgbots,
¡pero no tengo que actuar como ellos!” Y entonces, ¡comenzó a cantar!
A medida que la voz de Zenny se hacía más fuerte, cayeron
estalactitas desde el techo de la caverna. Se clavaron en el suelo y atraparon
a Zurg. “¡Atrapen al traidor cantante!”, rugió Zurg.
-Pero antes de que los zurbots pudieran capturarlo, Zenny
nos liberó.
Pronto trepé hasta el
traje turbo. Mi traje energético especial se adaptó a la fuerza turbo para
duplicar mis músculos especiales. ¡Por fin, mis tenientes descrubieron cómo
usar también sus poderes!
-Vencimos a los zurgbots poco después. El traje turbo fue
rescatadoy Zurg fue trasladado a una prisión.
“¡Vivan los brazos grandes!”, exclamó Rex y entrechocó sus dedos
mecánicos. “Tampoco es malo tener cola larga.”
“Teniente Woody reportándose al Comando Espacial”, dijo
Woody. “¡Nuestra misión ha terminado!”, sonrió. “¡Misión cumplida! Siempre he querido
decir eso.”
-Al dirigirnos a casa, pudimos ver a Zenny allá abajo.
Enseñaba a los demás zurgbots a cantar. Mientras cantaban, Las cuevas y los
precipicios se derrumbaron.
Flores y árboles comenzaron a crecer. El planeta Zurg
comenzó a transformarse en un lugar de paz.
- ¡Fin! -concluyó Buzz.
- ¿Lo ven? Zenny era él mismo… tal como cada uno de ustedes
-dijo Woody-. ¿De acuerdo, Peatey? ¿Peatrice?
-Shhh -susurró Jessie. Los Trillizos estaban profundamente dormidos.
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